Las clases en las escuelas
públicas, en la modalidad de primaria y secundaria, se normalizaron este 12 de
mayo en seis municipios nicaragüenses de los departamentos de Managua y León,
afectados por una fuerte actividad sísmica que inició el 10 de abril pasado.
Miles de estudiantes de los
municipios de Managua, Ciudad Sandino, Mateare; Nagarote, La Paz Centro y León vistieron
nuevamente sus uniformes de color azul y blanco, con el que se identifican los
alumnos de las escuelas públicas en Nicaragua.
Las autoridades levantaron el
viernes pasado la "alerta roja extrema" en esos seis municipios, y la
dejaron en "alerta amarilla". La alerta roja manda a la población y a
las autoridades a actuar en un escenario de desastre en progreso, mientras la
alerta amarilla ordena estar listos para actuar ante un desastre inminente.
Como producto de esa alerta, en
algunos colegios de Managua realizaron este lunes simulacros de terremoto para
preparar a los estudiantes ante una eventualidad.
Las clases en las escuelas
públicas habían sido suspendidas desde la noche del 10 de abril pasado, horas
después que un terremoto de magnitud 6.2 en la escala de Richter afectara a
los municipios de Nagarote, La Paz Centro y León, en el departamento de León; y a
Mateare, Ciudad Sandino y Managua, en el departamento de Managua.
LOS DAÑOS DEL TERREMOTO
Una "alerta roja
extrema" se mantenía en las comunidades de Managua y León desde ese día,
cuando una serie de sismos causaron dos muertos, decenas de heridos, miles de
damnificados y dañó al menos 2,403 viviendas y 115 escuelas.
Los sismos destructivos
presentaron magnitudes de entre 4.4 y 6.7 en la escala abierta de Richter, la
mayoría ubicados entre los volcanes Apoyeque y Momotombo, al noroeste de
Managua. Se trata de la más fuerte actividad sísmica registrada en el país
desde el devastador terremoto de 1972, que costó la vida a unas 10,000
personas.
El resto de municipios ubicados
en el litoral Pacífico de Nicaragua que se mantenían en alerta amarilla, ahora
están en alerta verde, lo que significa estar preparados ante un posible
desastre, de acuerdo con las autoridades.