¿Te atreverías a vivir sin conciencia del deber? ¿Sin tomar consideración con la conciencia? Yo no puedo tener por cierto que no exista nadie sobre mi; que no haya una conciencia y que en mi vida no exista ninguna obligación, ni sentido del deber moral que cumplir.
Desde otra óptica, el mensaje profundamente solidario y fraterno de Jesús es imposible verlo reflejado en la fastuosidad de algunas celebraciones religiosas y en la conducta indeseable de los seres humanos que tienen posibilidades que ostentan y presumen su religiosidad sin practicarla.
A pesar de las contradicciones, nuestro pueblo sigue siendo mayoritariamente creyente, quizá cada vez más alejado de las jerarquías, por la falta de compromiso con la justicia, la humildad y la verdadera solidaridad con los pobres.
Porque esas jerarquías se han olvidado de que es su obligación cotidiana promover que los bienes se compartan, porque omite reconocer que muchos pobres dejarían de serlo si su preferencia por ellos fuese más explícita y práctica, si se apoyara más en los personajes que han tomado en serio este compromiso.
Una Iglesia...comprometida con los pobres, sigue siendo la exigencia que se deriva de los principios cristianos, y la justicia y la dignidad de los hombres y mujeres, los valores esenciales que deberían conducir su acción.
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